No basta con usar productos caros o visitar numerosos especialistas pensando que esa es la solución para tu melasma. Lo que realmente necesitas es más sencillo de lo que imaginas: debes cuidar tu cuerpo desde adentro hacia afuera. Y eso es justamente lo que aprenderás hoy.

Cuidar de dentro hacia afuera no significa simplemente tomar cápsulas y esperar resultados mágicos. Sí, los suplementos antioxidantes, fotoprotectores y aclarantes son aliados importantes, pero por sí solos no garantizan que tu cuerpo esté verdaderamente desintoxicado.

Para lograr una limpieza profunda, que es esencial para controlar las manchas, tu organismo necesita un proceso de detox completo.

Cuando hablamos de detoxificar el cuerpo, nos referimos a una limpieza profunda que al menos una vez al año debería enfocarse en el hígado, los riñones y los intestinos: los órganos que más acumulan toxinas y que están directamente relacionados con la salud de tu piel.

Este proceso debe hacerse de la manera correcta, eliminando toxinas, impurezas, metales pesados y microorganismos que se acumulan a lo largo de la vida por la alimentación, medicamentos, exposición a químicos, y más.

La alimentación juega un papel clave en el cuidado de tu piel, ya que muchos alimentos pueden empeorar el melasma, sobre todo aquellos que son inflamatorios.
Por eso es fundamental que sepas qué alimentos te ayudan y cuáles te perjudican si tienes melasma.